sábado, 14 de febrero de 2009

LA LÍNEA QUE COME DE TU MANO

“Las relaciones entre el Periodismo y la Literatura son una constante, al menos desde los tiempos de Larra… R. Acín, escritor y periodista él mismo, ha publicado un lucido ensayo sobre el tema. Pero aunque el tema es conocido, el tratamiento no ha sido el previsible. Lejos de comentar figuras que han practicado ambos géneros o rasgos de estilo literario imputables al periodismo, R.A. ha abordado la cuestión desde una perspectiva ideológica. El resultado ha sido una tesis provocadora y, a mi parecer, notablemente original: la de que el modelo consumista de los mass media ha alterado la literatura de raíz, hasta el punto de convertirla ya no en un género textual, sino, incluso, en una experiencia vital enteramente diferente de lo que ha venido siendo hasta ahora…” (Ángel López, Revista COMUNICACIÓN Y ESTUDIOS UNIVERSITARIOS) 

“Especialista en el mercado editorial, quiere Ramón Acín denunciar en La línea que come de tu mano –título delator donde los haya- no ya la salvaje insensibilidad del mercado, sino la asfixiante tiranía del mercadeo, que hace imposible, según el ensayista, analizar el hecho literario desde “un orden lógico al dictado de la razón”. Acín es incisivo, nada complaciente… Todos somos responsables, viene a decir, del triunfo del consumo, que mide siempre con vara interesada y vicia hasta los últimos confines de la mancillada galaxia Gutemberg.” (Antonio Losantos. El Parnaso. DIARIO DE TERUEL) 

“Los medios de comunicación –explica el autor de este ensayo- remueven la hojarasca, transforman su tradicional mensaje en ruido… Uno de los aspectos que más me gustan de este ensayo, además de su análisis riguroso, es su valentía para denunciar los vicios de determinados sectores de las letras, de todos los cuales él forma parte, aunque, por fortuna, no comparte esas desviaciones. Ramón Acín –autor, crítico, editor y, por encima de todo eso, lector- hace un ejercicio de autocrítica y detalla cómo afecta esa industrialización del libro al autor, al lector, al crítico y, en definitiva, a la literatura” (Juan Carlos Soriano. El Ojo Crítico. RADIO NACIONAL) 

El subtítulo reza Aproximación al simulacro. Y cuadra bien con el contenido del libro. Se trata de un ensayo sobre la cultura actual, la de nuestros días, en particular la novela. Se trata de una crítica densa. Pone en evidencia el que hoy la realidad no es lo que está ahí sino lo que nombra, lo que se "dice". No se trata como podría esperarse se una crítica del mercantilismo, que también lo es, sino de algo más profundo. Hay un cambio de "estética", de estilo, de modo de hacer. La superproducción de libros, en particular, que es una exigencia del mercado, ha conducido a abandonar los contenidos y favorecer los "contenedores". Los cambios de la sociedad al estabilizarse, durante la transición, ha inducido un cambio en la función de lo escrito, de relativamente provocadora, se ha llegado a exclusivamente "lúdica", de representación. La perdida de valores hace que ya no hay necesidad de hablar del bien y del mal o de lo bello y lo feo. El mensaje ya no reside en la obra, sino en el medio, medio, entonces ha de ser espectacular. De ahí que lo fundamental reside en que los autores sean conocidos, por lo que sea. Lo importante es que suenen. Junto a esto hace falta que sea noticia, anécdota más historia o reflexión. Es un ensayo duro pero que hace reflexionar sobre lo que estamos "asimilando" con "las líneas que comen de tu mano". Y nos muestra que en el caso de la novela actual se logra la uniformización del lector, preparándole así para la próxima "publicación"; una verdadera producción en serie, la del producto y la del consumidor. Un texto para pensar y repensar. (Antonio Campillo. LIBERTAD DIGITAL)