Una
opinión personal sobre “El tamaño del mundo”
En
Literatura hay una máxima literaria que dice que “la felicidad no
es novelable”. Que sólo es novelable la desgracia.
Lo
que Ramón narra en su novela es la vida, pasión y muerte de una
familia altoaragonesa en los años de la guerra civil española,
familia compuesta por un matrimonio y sus cinco hijos que se verá
dispersada y destruida por la contienda. Es una obra claramente
antibelicista:
“La
guerra, la maldita guerra aparecía otra vez ante sus ojos como
estorbo y como causa de todas sus desdichas” (Pág. 124)
“Este
infierno, loca barbarie” (Pág. 133)
“Cuando
acabe esta barbarie” (Pág. 168)
Las
coordenadas espacio-temporales en que se desarrolla la novela son la
provincia de Huesca fundamentalmente (y dentro de ella Canfranc y
Boltaña como epicentro), pero también Barcelona y Buenos Aires.
Ramón
nos da una auténtica lección de geografía pirenaica y no
pirenaica: por sus páginas desfilan los valles de Ansó, Hecho, del
Aragón, de Tena, de Broto, de Fanlo, de Vió, de Bielsa, el río
Ara, la Hoya de Huesca, Somontano, la Solana, Sobrepuerto y en
especial Sobrarbe con Boltaña como localidad donde transcurre buena
parte de la acción, aunque Monte Oscuro es el pueblo inicial y
refugio de los protagonistas, sin localización geográfica concreta.
Se nota su amplio conocimiento de la vida montañesa en todas sus
facetas. Monte Oscuro ya había aparecido en 2016 en un libro de
relatos.
En
cuanto al tiempo podemos decir que abarca los 50 primeros años del
siglo XX, aunque Julián nace en 1895 y su tío Pedro participa en la
guerra de Cuba de 1898.
Por
lo que respecta a los personajes aparecen unos 60, aunque el papel
más representativo queda reservado a la familia que forman Julián y
Josefa y sus cinco hijos: Josefina, Germán, Leticia, Antonia y
Carmen, mientras que los demás formarían como un coro indispensable
para el buen desarrollo de la acción.
Aparecen
también personajes históricos como Ramón Acín Aquilué, Ramón
José Sender (se cita su novela El mancebo y los héroes) (fue
mancebo de botica en Alcañiz y Madrid), los anarquistas Federica
Montseny y Abad de Santillán, Alfonso XIII, el general Franco o
Rafael Torres Escartín y Francisco Ascaso que asesinaron al cardenal
Soldevila en Zaragoza en 1923. También Concha Monrás, la mujer de
Acín; Galán y García, los capitanes de la sublevación de Jaca,
así como el alcalde de esta última localidad, Julián Mur,
asesinado por los sublevados.
Ramón
tiene una enorme sabiduría narrativa, fruto de su intuición, de su
reflexión y de sus múltiples lecturas.
Nos
engancha con esta excelente novela de amor y de dolor, donde se
defienden valores como la honradez, la honestidad, la libertad, la
austeridad y, sobre todo, la solidaridad.