ABRIR
LA PUERTA.RAMON ACÍN
Club
de Lectura de La Almunia
Permítanme
que me presente, soy simplemente quien pone fin a la vida, solo eso.
Normalmente
me llaman Muerte, mejor dicho, La Muerte.
No
se, porque, siempre se piensa en mi en femenino (bueno, puede que hablemos de ello mas tarde).
Pero
yo y mi trabajo pasaríamos desapercibidos si a alguien no se le ocurriera
hablar, mejo dicho, escribir sobre nosotros.
De
cómo y de que manera absurda, a veces, acabamos con lo que ya tenía fecha de
caducidad, para que sin ningún porque ni razón se vuelva eterno.
Y
hoy, no se si por casualidad, me he encontrado con algo aparentemente pequeño (un librito de 12 X 17, con 121 páginas y 12 relatos) pero lleno de antiguas vidas que no caerán en el
olvido, lo merezcan o no.
Escritos
en un lenguaje rico (como sino
meter 9 adjetivos en dos líneas sin perder el ritmo) y denso.
Densidad
que envuelve a los personajes como un protector plástico de burbujas, burbujas
llenas de citas a lugares (ya que
recorremos desde el Pirineo, a Mallorca pasando por el desierto, París o
Londinium) citas a personajes
celebres reales o no (desde Llamazares,
Rembrandt, La Garbo, Mata-Hari, Drácula, Asterix, Tintín tantos y tantos otros), acompañados todos ellos con las putas más célebres
de la historia, ¿Por qué no?
Pero
entre nosotros, creo que este libro sólo habla de mí, de cómo el autor en el
fondo me quiere, porque “Querer es distinto a amar, querer es admirar,
soportar, someterse, compartir, y, muchas, muchas mas cosas”.
Cosas
que en parte, y sin que sirva de precedente, siento hoy por el escritor que ha
dedicado a mí y a mi trabajo este pequeño gran libro. (lo siento, a La Muerte, como mujer que es, también le
gusta que la halaguen).
Y
es que la muerte engancha. ¿O no?
(Un
pequeño inciso, espero que nadie se atreva a llevarme la contraria, vamos, ni
en sueños. ¡Por que, no se si saben pero… no me sienta nada bien!)
Por
todo ello permítanme presentar al que hoy por hoy es mi cronista favorito con
una de las últimas palabras de su libro, “GUAU”.
Señoras
y señores, con todos ustedes el hacedor de “ABRIR LA PUERTA”, Ramón Acín